martes, 22 de enero de 2013

Zapatos a medida para un alcornoque

     Hace unas semanas de las manos de un compañero y amigo surgió un pequeño-gran encargo, pequeño por la magnitud física del mismo y grande por la responsabilidad que ello supone para mi.  Este amigo necesitaba "zapatos nuevos" para un alcornoque, le dije que lo ideal era que me mandase una imagen del árbol en cuestión con unas medidas o referencias para ver que había en "la bodega" que pudiese servir, es esta la imagen que muy detalladamente me hizo llegar: 



     Como la mayor parte de las piezas que hago son para mis árboles no dispongo de un gran stock de macetas así que no había nada que le viniese al dedo, así que le propuse hacer una totalmente a medida para el alcornoque, tras dar el visto bueno me puse manos a la obra, primero había que aclarar algunas ideas para no dar palos de ciego en el diseño:

     ¿Qué tenemos? Aunque el árbol aún se encuentra en formación sabemos cual será su futuro diseño y sus características, estamos ante un árbol "pesado" en el cual contrasta la suavidad del verde de la parte superior con la aspereza y rugosidad del corcho en tonos pardos. 
     ¿Qué necesitamos? Una maceta que haga juego con el árbol, que sin desviar la atención del mismo realce las características del árbol.
      ¿Qué haremos? una maceta octogonal "pesada", ajustada a las medidas del árbol,sin esmaltar y sin detalles que aligeren el peso visual de la maceta, el color será oscuro al igual que el veteado pardo del corcho, y su textura irá de la más fina (aunque sin brillo) en la parte superior a la más basta y áspera en su parte inferior, simulando el contraste entre el follaje y la corteza del propio alcornoque.

     Como las ideas estaban claras sólo hacía falta mancharnos las manos de barro. Amasamos el gres, preparamos una plancha con él y metro en mano vamos cortando las "placas" que conformarán la futura maceta: 



     Ese día sólo pude cortar las placas, ahora tocaba dejarlas secar un poco hasta el estado de cuero para poder ensamblarlas, al día siguiente todo estaba listo para seguir con la unión de las placas: 



     La caja principal ya estaba hecha con ayuda de la escuadra para que no nos falle mucho el "ojímetro":



     Abrimos los agujeros de drenaje: 



     Colocamos el borde para aligerar un poco la maceta para no hacerla excesivamente pesada: 



     Luego vinieron las patas (no podían ser muy altas, cuanta más altas más ligero es el "peso visual" de la maceta): 



     Como la pieza tenía la suficiente consistencia también pude abrir los agujeros para el alambre de sujeción muy útiles en la fijación del árbol durante y después del transplante:



     Ahora tocaba dejar la pieza lo más Acabada y lisa posible, tocaba bruñir (con un trozo de madera pulir la superficie del gres aún fresca para alisar y corregir errores):


     Un par de días después, con la pieza algo más seca, tocaba sacar la textura del gres, como esta pasta en concreto contiene una chamota bastante gruesa (trozos pequeños de gres  ya cocido)lo que haremos será "arañar" la superficie de la maceta para que las chamotas marquen la superficie de forma irregular dejando una textura similar a la del corcho: 


     Normalmente la textura la saco en sentido horizontal pero para que la maceta fuese más acorde con el veteado del corcho la saqué de forma vertical. La parte superior quedaba pulida y conforme descendemos en la misma la textura se hace más evidente. 

      Ahora sólo faltaba pasar por el horno y dejar que haga su magia. Este ha sido el resultado:







      Ni un sólo desperfecto tras la cocción, para ello se hizo una cocción lenta a 800ºC (más vale prevenir que curar) y luego una cocción definitiva donde sí pasamos los 1200ºC. Ahora sólo falta calzar el alcornoque con sus nuevos zapatos, espero que tanto él como su dueño disfruten de esta pieza tanto cómo lo he hecho yo durante su elaboración. . .  esperaremos para ver el resultado final. 
    Saludos y gracias por llegar hasta aquí. 



domingo, 20 de enero de 2013

Ensayo y Error

     Como desde que empecé con esta afición sigo probando y experimentando cosas nuevas con la cerámica, en definitiva aprendiendo. Una de las "herramientas" a las que más rápidamente me enganché fue el soplete, si  . . . el soplete, jajaj . . . ¿Para qué un soplete en la cerámica? la fuente de calor directa al impactar en la cerámica todavía húmeda hace que se seque muy bruscamente la capa más exterior, esa contracción hace que estalle con facilidad sobre todo si la pasta contiene "chamota" (pequeños trozos de cerámica cocida) dando un aspecto muy parecido a la degradación del paso del tiempo. Algo tal que así:


     Ese efecto se consiguió en una pieza elaborada en torno de alfarero, ahora llegaba el turno de probar la técnica en una pieza elaborada con el método de planchas. Mi idea fue elaborar una pieza mediante planchas de gres, y una vez montada (todavía bastante húmeda) aplicar las llamas del soplete a sus paredes. En las siguientes imágenes podemos ver parte del proceso de ensamblado de las planchas cortadas previamente a medida: 



     Una vez logré dejar la pieza con el acabado más limpio que pude entró en acción el soplete, originando estos efectos en la superficie de la pieza:


     Hasta aquí bien, pero a la mañana siguiente mi gozo en un pozo, al meter más soplete de la cuenta la pieza había roto por todas las uniones realizadas días atrás, el gres al secarse rápidamente por causa del calor de la llama no pudo soportar la tensión (por eso las piezas deben secarse lentamente, para evitar estas tensiones):


     La idea no era mala pero faltaba pulir detalles, el problema era el secado brusco de la pieza, sobre todo en las uniones, ¿Qué pasaría si aplicásemos la llama cuando la maceta aún no está ensamblada? .  . . manos a la obra  . . . en el siguiente intento pasé el soplete por las placas una vez cortadas antes de ser pegadas y esta vez no hubo susto en los días de secado posteriores, pudiendo las piezas llegar a buen puerto tras su paso por el horno. 




Habrá que seguir ensayando, con las piezas siempre me pasa igual; mientras se hacen me van gustando, pero una vez finalizadas salen todos los fallos a flote (pequeños y grandes) por lo que habrá que seguir probando, en este caso el "descascarillado" del soplete quedaba bien, pero quizas la rotura intencionada de una de las esquinas fue "demasiado evidente" y "forzada" . . . aunque su nuevo inquilino (un bonsai de madroño) no se ha quejado hasta la fecha habrá que seguir probando ;)